UVALDE, Texas — This story was translated to Spanish by Patricia DiCoste.
English story: DOJ report finds 'cascading failures' and 'no urgency' in Uvalde school shooting response
La respuesta al tiroteo masivo en la escuela primaria Robb fue ‘una serie de fracasos importantes’, dijo el jueves el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, después de que el Departamento de Justicia publicara una revisión crítica del incidente.
El informe es una crítica mordaz de la ‘falta de urgencia’ y de una ‘cascada de errores’ de las fuerzas del orden durante su respuesta al tiroteo masivo de mayo de 2022 en Uvalde que dejó 21 muertos, incluyendo 19 estudiantes y dos maestros.
Antes de que se publicara el informe, el Sr. Garland dijo que se reunió con algunos de los sobrevivientes y familiares de las víctimas.
‘Como les informé a los familiares y sobrevivientes anoche, la revisión del departamento concluyó que una serie de fracasos importantes ocurrieron – fallas en el liderazgo, en las tácticas, en la comunicación y en la capacitación y preparación – fueron cometidas por los líderes de las fuerzas del orden y otros funcionarios que respondieron a la masacre en la escuela primaria Robb’, informó.
El Sr. Garland dijo que la prioridad del Departamento de Justicia en la preparación del informe era honrar la memoria de las víctimas, los sobrevivientes y sus familias.
‘Les informé a los familiares reunidos anoche lo que espero que quede claro entre los cientos de páginas y miles de detalles de este informe: sus seres queridos merecían algo mejor’, dijo el Sr. Garland.
Poco después de que hablaran los líderes, el abogado Josh Koskoff, que representa a los sobrevivientes y a las familias de las víctimas, hizo comentarios sobre el informe del Departamento de Justicia. Él dijo que las compañías de armas deben rendir cuentas de sus responsabilidades.
Una mujer muy conmovida, miembro de familia, dijo que esperaba que el estado hiciera lo correcto por las víctimas. Otro miembro recalcó lo difícil que es ir al supermercado y ver a un oficial que sabe que estaba en la escuela ese día.
El informe analiza los ‘fracasos en cascada’
El informe de casi 600 páginas se presenta 19 meses después de que el Departamento de Justicia iniciara la investigación en junio de 2022. En el informe no se anunciaron cargos penales o civiles ni investigaciones adicionales.
Examina las múltiples fallas en la respuesta al tiroteo: una falta de urgencia, falta de comunicación y una falta de liderazgo. El informe utiliza la palabra ‘fracaso’ 43 veces.
‘El equipo (de Revisión de Incidentes Críticos) identificó varias fallas y otras averías antes de, durante y después de la respuesta a la escuela primaria Robb y analizó las fallas en cascada de liderazgo, toma de decisiones, tácticas, políticas y capacitación que contribuyeron a esas fallas y averías’, se lee en el informe.
El mayor fracaso, según el informe, fue que los agentes no consideraron que se trataba de una situación de tirador activo, en cambio, respondieron como una situación de barricadas, lo que provocó que los oficiales esperaran 77 minutos antes de entrar al aula para confrontar al tirador.
‘La falla más significativa fue que los agentes que respondieron deberían haber reconocido inmediatamente el incidente como una situación de tirador activo, utilizando los recursos y equipos suficientes para avanzar inmediata y continuamente hacia la amenaza hasta entrar en las aulas 111/112 y eliminar la amenaza’, se lee en el informe.
‘Desde el trágico tiroteo en la preparatoria, Columbine High School en 1999, un precepto fundamental en la respuesta a un tirador activo y la práctica generalmente aceptada es que la primera prioridad debe ser neutralizar inmediatamente al sujeto; todo lo demás, incluida la seguridad de los agentes, está subordinado a ese objetivo.’
De manera similar a la respuesta de Uvalde, los agentes que respondieron a Columbine llegaron cinco minutos después de que se produjera el tiroteo, pero les tomó 47 minutos para entrar. En Robb Elementary, los agentes llegaron tres minutos después de que el tirador entrara en el edificio, y en los primeros cinco minutos, la policía retrocedió varias veces antes de calificar la situación de barricada a tirador activo.
‘Mucho más agentes de una multitud de agencias llegaron al sitio (y) hay una gran confusión, falta de comunicación, falta de urgencia y una falta de mando del incidente’, se lee en el informe.
Al mismo tiempo, el líder de comando de incidentes de facto, el jefe de policía del Distrito Escolar Independiente Consolidado de Uvalde, Pete Arredondo, tiro su radio, diciendo que quería tener las manos libres, lo que obstaculizaba la comunicación. En lugar de enfrentarse al tirador, los agentes evacuaron a los niños de otras aulas que no estaban en peligro e intentaron negociar con el tirador.
‘Estos fracasos pueden haber sido influenciados por deficiencias en políticas y capacitación. Por ejemplo, la capacitación reciente que proporcionó el Departamento de Policía del Distrito Escolar Independiente Consolidado de Uvalde parecía sugerir, de manera inapropiada, que una situación de tirador activo puede convertirse en una situación de rehenes o sujeto atrincherado’, se lee en el informe.
El informe examina la cronología, la actuación de las fuerzas del orden y la respuesta posterior al incidente, y formula recomendaciones para mejorar las comunicaciones, las respuestas tácticas y estratégicas y el apoyo a los supervivientes tras el incidente.
La ‘falta de urgencia’ de las fuerzas del orden
La capacitación de los oficiales, la falta de comunicación, la falta de liderazgo y, lo más importante, la falta de urgencia se destacó como una de las principales fallas de aplicación de la ley en el informe.
Si bien la policía del Distrito UCISD había recibido entrenamiento de tirador activo apenas unos meses antes del tiroteo en la escuela primaria Robb, el manual que siguieron no dio prioridad a neutralizar al tirador, según el informe, y eso se vio a lo largo del día.
‘La actitud acaparó en gran parte a la respuesta del incidente, e incluso afectó a muchos de los agentes que respondieron más tarde. A pesar de su capacitación y de los múltiples acontecimientos que indicaban que el sujeto seguía representando una amenaza activa para los estudiantes y el personal del edificio, incluida la
probabilidad y posteriormente la confirmación de víctimas dentro del salón de clase, los agentes presentes en la escena no intentaron entrar en el aula y detener al tirador hasta más de una hora después de que entraron al edificio. El tirador no fue asesinado hasta aproximadamente 77 minutos después de la llegada de las fuerzas del orden’.
Eso, combinado con una falta de liderazgo que ‘estuvo ausente durante demasiado tiempo en Robb Elementary’ fueron las principales quejas contra las fuerzas del orden. El informe critica a los agentes por no adoptar medidas básicas como la creación de un puesto de mando.
El informe incluía 270 recomendaciones, muchas de ellas dirigidas a las fuerzas del orden. La mayoría de las recomendaciones de las fuerzas del orden enfatizaban que los agentes actuaran con un sentido de urgencia.
‘Los agentes que responden a un incidente de tirador activo deben, ante todo, dirigirse hacia la amenaza para eliminarla’, se lee en el informe.
Unos 380 agentes de 24 agencias acudieron al sitio, pero faltó el liderazgo, según el informe. Los primeros agentes llegaron a la escuela 3 minutos después del tirador, pero estaban desorganizados, según el informe.
‘Sin estructura, la dirección de la agencia desconocía los hechos que rodearon el incidente y, por tanto, era incapaz de cuestionar las repetidas decisiones de no entrar en las aulas’, se lee en el informe. ‘Las entrevistas posteriores al incidente de FOS, las distintas secciones de operaciones en escena, confirmaron que los recursos dentro del pasillo se percibían como desorganizados y sin propósito’.
En cambio, los agentes demoraron varias veces el ingreso a las aulas debido a excusas como buscar a un francotirador, encontrar llaves o encontrar al equipo especializado.
‘El protocolo de respuesta a tiradores activos no requiere de ningún equipo que no sea estándar para un agente de patrulla. Los agentes en la escena… tenían suficiente equipo para formular un plan e intentar ingresar a las aulas 111/112, se lee en el informe.
Cuando el tirador fue asesinado 77 minutos después, la respuesta de los servicios médicos de urgencia fue descoordinada, caótica e ineficaz, sin camillas en el pasillo para trasladar a las víctimas heridas, según el informe. Ese caos continuó después de la muerte del tirador, dijo esta mañana la fiscal general adjunta Vanita Gupta.
‘También sabemos que el dolor y las fallas y los errores no terminaron cuando las fuerzas del orden entraron finalmente en las aulas y rescataron a los supervivientes’, dijo Gupta. ‘Continuó en el minuto 78, cuando quedó claro que, al no haber un líder, no había un plan para clasificar a las 35 víctimas de las aulas 111 y 112, muchas de las cuales habían recibido disparos’.
Por una ‘razón desconocida’, los socorristas colocaron a un maestro herido en el suelo fuera de la escuela, que más tarde murió en el pasillo. Otra víctima fue sacada en camilla, pero la ambulancia del equipo de emergencias no estaba. Otra agencia se hizo cargo de él, según el informe.
‘Las víctimas fueron trasladadas sin precauciones, sin las debidas precauciones. Las víctimas que ya habían fallecido fueron trasladadas al hospital en ambulancias’, declaró Gupta. ‘Mientras que los niños con heridas de balas fueron subidos a autobuses escolares en medio de la conmoción sin darles ningún tipo de atención médica’.
Fracasos posteriores al tiroteo: una falla de comunicación, falta de apoyo
Pero ahí no se acabaron los fracasos. Hubo muchos más en las semanas y meses siguientes, según el informe. También se criticó la comunicación durante y después del tiroteo, y las familias que buscaban respuestas quedaron traumatizadas, recibiendo mala información y confiando en periodistas para obtener respuestas mientras los funcionarios se abstenían de dar respuestas.
El informe comenzaba elogiando la primera publicación en las redes sociales sobre el tiroteo, que notificó a la comunidad criando ‘una gran presencia policial’ en Robb Elementary. Esto ocurrió 10 minutos después de que el tirador entrara en la escuela.
‘La publicación fue un buen comienzo para los mensajes públicos, pero ese impulso se desvaneció casi de inmediato. Basándose en la publicación de Facebook, parecía que el Departamento de Policía de Uvalde, UPD, sería la agencia principal; sin embargo, ni la UPD ni ninguna otra agencia comunicó que sería la fuente oficial de información’, se lee en el informe.
El resto de la sección criticó al resto de la respuesta, diciendo que la región había, ‘llegado a ser inmune a la urgencia de las alertas de emergencia’. El Departamento de Policía de UCISD publicó falsamente que los estudiantes y el personal estaban a salvo, lo cual nunca se corrigió. Más tarde, el Departamento de Policía de Uvalde. UPD, dijo que el tirador estaba bajo custodia, lo que tampoco fue corregido.
‘Es imposible medir el daño causado por los mensajes inexactos durante este incidente, pero las acciones de los primeros agentes que respondieron, junto con los mensajes falsos sobre la respuesta, provocaron protestas contra las fuerzas del orden locales’, se lee en el informe. ‘Parece tener un impacto persistente en la confianza de la comunidad, y las relaciones siguen siendo tensas más de un año después del incidente’.
Más información errónea continuó, como la del director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, acusando a un maestro de dejar abierta una puerta por la que entró el tirador. El maestro fue uno de los primeros en alertar al personal sobre el tiroteo y no abrió la puerta, pero ‘fue denigrado y sufrió una gran angustia emocional como consecuencia de esta desinformación’.
Casi dos años después, la comunidad ‘aún no ha recibido información adecuada sobre los trágicos sucesos ocurridos’, según el informe. Muchos padres ‘quieren saber si su hijo habría vivido si las fuerzas del orden hubieran entrado en el aula antes’.
‘El alcance de la desinformación, las narrativas erróneas y engañosas, las filtraciones y la falta de comunicación sobre lo ocurrido el 24 de mayo no tiene precedentes y ha tenido un amplio impacto negativo en la salud mental y la recuperación de los familiares y otras víctimas, así como de toda la comunidad de Uvalde’, se lee en el informe.
El informe concluye también que hubo más fallas en el apoyo a las víctimas tras el tiroteo. Los servicios de salud mental carecían antes y después del tiroteo, y UCISD tenía una ‘cultura de complacencia’ con respecto a las políticas de puertas cerradas. Se confirmó que al menos ocho puertas estaban abiertas el día del tiroteo.
Casi 2 años de investigaciones sobre el tiroteo
La respuesta de las fuerzas del orden fue criticada inmediatamente después del tiroteo, y un mes después de que se anunciara la investigación federal, un informe del Comité de la Cámara de Representantes de Texas ‘encontró fallas sistémicas y tomas de decisiones atrozmente deficientes’ por parte de las fuerzas del orden, entre otras.
El vídeo de la escuela fue publicado como parte de ese comité mostró que el Distrito Escolar de Uvalde CISD, la ciudad y los oficiales del sheriff, el Departamento de Seguridad Pública de Texas, DPS, y la Patrulla Fronteriza de EE.UU. se encontraban entre los primeros en responder llegando rápidamente y, luego esperaron en el pasillo. Eventualmente, 400 agentes de decenas de departamentos respondieron.
Varios agentes fueron despedidos tras el tiroteo.
El informe del jueves del Departamento de Justicia se presenta tras una petición del entonces alcalde de Uvalde, Don McLaughlin, y es el resultado del trabajo de expertos en la materia y con entrevista a más 260 personas, según informó el Departamento de Justicia en abril. El equipo de revisión crítica pasó 45 días en Uvalde durante nueve visitas, revisó 14,000 pruebas de evidencia, incluidos materiales de capacitación, vídeos y fotografías, y recorrió la escuela primaria Robb en varias ocasiones.
‘Las dolorosas lecciones que se detallan en este informe no pretenden agraviar una situación ya trágica ni aumentar el dolor de las personas directamente afectadas’, se lee en el informe.